jueves, 6 de noviembre de 2014

Pequeña filósofa.

Porque todos podemos formar parte de la filosofía, Mafalda no iba a ser menos. A lo largo de sus viñetas demuestra su sabiduría siendo tan pequeña y lo hace sorprendiendo a todos. Eso es lo que quiero hacer yo, sorprender, descubrir, investigar, innovar, hacer historia, que me recuerden. No caigáis en el olvido.
Buenas noches, Mar x.

Maníacos.

En este mundo siempre estamos pensando sobre las consecuencias que tendrá algo tan simple como salir a comprar el pan. Porque, ¿y si te encuentras con un viejo amigo? ¿o quizás a tu verdadero amor? y, en el peor de los infinitos casos, ¿y si no miras la carretera y te atropellan, o cae un meteorito? Quién sabe. Yo siempre he sido muy maniática a la hora de pensar sobre lo que me puede ocurrir al llegar al sitio donde me estoy dirigiendo. En mi día a día se puede decir que tengo ciertas costumbres peculiares: siempre me ducho por las mañanas y no puedo salir de casa sin hacerlo, cuando como algo me lavo los dientes y después las manos, las llaves siempre van en mi bolsillo izquierdo, el móvil en el derecho, llevo medicinas siempre conmigo por si me encuentro mal o me duele algo y creo que lo que más me identifica es que me lavo constantemente las manos, ya sea después de comer algo o si toco unas monedas, pero siempre me lavo las manos antes de salir de casa y lo hago todo con el mismo orden. Con esto quiero hablar en esta entrada de lo que he reflexionado sobre la idea de Freud de su sospecha del inconsciente. Para aquellos que no lo sepan, Freud, padre del psicoanálisis, decía que nuestra mente se puede dividir en tres partes:

  • YO: es aquella parte que controlamos y que sale, por decirlo de algún modo, a la superficie.
  • SUPER YO: es la parte en la que se reflejan los ideales y nuestras responsabilidades.
  • ELLO. es el inconsciente, donde se encuentran nuestros deseos y donde están las cosas que reprimimos y censuramos.



Cuando se está entre el "super yo" y el "ello" hay una estabilidad que sería la óptima. Si nos dirigimos más hacia el "ello" hablaríamos de alguien a quien consideramos un psicópata. Un psicópata, según la RAE, es aquel individuo que posee una alteración patológica de la conducta social, a pesar de la integridad de las funciones perceptivas y mentales, de forma más clara, no funciona racionalmente ni tiene sentimientos. Si por el contrario nos acercamos más al "super yo" estamos buscando la perfección de lo que hacemos, lo que nos convierte en unos neuróticos. No creo que yo sea una neurótica, quizá un poco hipocondríaca y maniática pero si que tengo un ejemplo para esto. Mi profesora de filosofía, Marta, nos ha contado la historia de su vecina; esta peculiar señora cierra la puerta continuamente girando la llave para asegurarse de que está cerrado. Este gesto es lo que le hace autoconvencerse de que está segura en su casa, y lo repite para recordárselo.
Todos tenemos manías, ya sean las que hacemos de forma consciente como las que no. Tenerlas no siempre quiere decir que estemos "locos", pero si te pasas, míratelo...



Nos vemos pronto.
 Mar x

lunes, 3 de noviembre de 2014

¿Y qué creo yo?

No creo en muchas cosas: no me creo todo lo que cuentan en la televisión, no creo en que todo pase por algún motivo, no creo en el amor a primera vista, no creo en la sociedad en la que vivimos, no creo en una vida después de la muerte y he llegado a un punto en el que tampoco creo en Dios. No pretendo crear ofensa pero al igual que no creo en otras cosas, ¿por qué no iba a poder no creer en Dios? Tengo la noción de que hubo un momento en el que sí que lo hacía, pero creo que era por mera influencia y porque seguía a la masa. Llegué a hacer la Primera Comunión sí, pero después de aquello no sentí que la vida me cambiaba, seguía siendo igual y, a medida que pasaba el tiempo me fui creando mis propias ideas. Hay gente que me dice que en Dios encuentra felicidad, encuentra paz y, sobretodo, encuentra seguridad. Esta seguridad se ve causada porque el origen del mundo y la naturaleza está explicada a su manera y no da opción a que dudes de ella, pero yo no soy así, no me creo lo que me dan, lo analizo y no lo tomo de forma acrítica. Creo que la ciencia, aunque no es exacta es lo más parecido a ello y por mucho que nos quede por averiguar siempre creeré en que es el método más eficaz. Si es verdad aquello de que todos tenemos libertad de pensamiento, que hay indeterminismo, ¿por qué no voy a poder pensar lo que yo quiera?



 Este es uno de los motivos por los que no creo tampoco en la sociedad, aparte de por el machismo, racismo y homofobia, corrupción y mil daños más que existen. Nunca he llegado a creerme que mi abuelito "estuviera en el cielo" pero si que me permito tener conversaciones, en las que siempre prevalece el monólogo, con él. No creo que me escuche, tampoco lo espero. Los que creéis que todo ocurre por un motivo, esta reflexión ha sido espontánea y no creo que aporte nada en un futuro, pero si de veras lo pensáis, no cambiéis de opinión...

Hasta pronto, Mar x.